El actual modelo agroalimentario atraviesa una profunda crisis caracterizada por la inseguridad alimentaria, la baja rentabilidad de la actividad agrícola, la pérdida de agrobiodiversidad y la pérdida de saberes y prácticas locales, entre otras, sin mencionar los impactos negativos que dicho sistema está provocando en la salud, la economía y bienestar de las personas y sus territorios.
En este contexto, la agroecología permite analizar y actuar sobre los agroecosistemas generando diferentes estilos de agricultura con altos niveles de sostenibilidad.
Sostenibilidad entendida como la capacidad de conciliar, perdurando en el tiempo, la práctica agrícola con la conservación de las características ecológicas del ambiente y proporcionando medios de vida dignos para las personas. Además, desde una perspectiva transdisciplinar, la agroecología aporta fundamentos teóricos, filosóficos y éticos para el manejo de los agroecosistemas y para la transformación del modelo
tecnológico y de las relaciones de poder y de género en la interacción, culturasociedad-naturaleza.