“Orientar a los productores, como quisiera que me orienten, como cuando se trata de mi propio esfuerzo y recursos”
La Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Campesinos y de Otras Personas que Trabajan en las Zonas Rurales-DDC, es un instrumento para garantizar una mejora, exigibilidad y cumplimiento de los derechos de campesinas y campesinos y personas que trabajan en zonas rurales en el mundo. Han sido 17 años de negociaciones lideradas por diferentes actores, sujetos, organizaciones e instituciones. En septiembre de 2018, el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas aprobó la Declaración de Derechos Campesinos y de otras personas que trabajan en las zonas rurales. La resolución fue aprobada por 33 votos a favor, 11 abstenciones y 3 votos en contra.
El 18 de diciembre de 2018, la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York adoptó formalmente la Declaración para convertirse en el instrumento legal internacional que representa en la actualidad. La Declaración se encuentra enmarcada bajo los principios proclamados en la Declaración Universal de Derechos Humanos, la Declaración sobre el Derecho al Desarrollo, la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, convenios y normas internas de cada país.
La Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Campesinos y de Otras Personas que Trabajan en las Zonas Rurales afirma que los sujetos del campo son un punto principal de soberanía alimentaria, de conservación de recursos y mejoramiento de la biodiversidad, de la posibilidad de la vida; sin embargo, existen un orden de las cosas, que está manteniendo a los campesinos perseguidos, con inequidad en el acceso a servicios, salud, educación, y un régimen que los envejece muy tempranamente. Entonces, el curso propone conocer la DDC para avanzar en la ratificación de esta herramienta en nuestros países y así fortalecer al campesinado en la región latinoamericana.